Con la comisión de un proyecto que dotara al espacio de cierto carácter regional tradicional, tomamos la inspiración de los conceptos inherentes a los espacios característicos de la tradicional hacienda jalisciense como el zaguán, el patio, el corredor, el corral además de su materialidad, escala, densidad, traza, donde la penumbra, el objeto artesanal y otros valores impresos se hacen presentes.
Empatizamos con los dueños además de sus gustos y requerimientos estéticos, con sus costumbres y aspiraciones de cómo querían convivir, para ello privilegiamos el espacio social donde motivara momentos de convergencia entre los miembros de la familia de manera directa o indirecta, sin importar que estuvieran en distintas actividades: preparando algunos bocadillos mientras ves una película o a dos pasos que tu hija salga a jugar al patio, al igual que ser anfitrión de tus amistades en un asado íntimo sin que cuartara la privacidad familiar, y para ello vinculamos los espacios públicos y permeamos gradualmente hasta llegar a lo privado.