Se maximizó el uso del espacio, de tal suerte que la planta alta se preparó para afrontar diferentes giros, además de dos posibles locales comerciales, que al tener accesos independientes nos permitieron dotarlos de flexibilidad de horarios, independientemente a su vez de la clínica.
Es así como a través de la arquitectura logramos revolucionar no solo los espacios y las emociones sino, también la experiencia de ir al dentista.